GiraEco: la aplicación presentada por Rosa Nogueras que ha triunfado en el Climathon Sevilla 2021

Climathon es un movimiento a nivel global dedicado a resolver los desafíos climáticos de las distintas ciudades del mundo. Promovido por el organismo europeo EIT Climate-KIC, la principal iniciativa de la UE sobre cambio climático, es un hackaton que ocurre en más de 140 ciudades de todo el mundo en jornadas de 48 horas con el objetivo de buscar soluciones e ideas innovadoras para la adaptación y la lucha contra el cambio climático. Este año, el Climathon 2021 se ha celebrado el fin de semana del 19 al 21 de noviembre con el objetivo de dar solución a dos retos que enfrenta la ciudad de Sevilla: 1) economía circular eCitySevilla Circular y 2) Agua para el futuro. Por segundo año consecutivo, Sevilla ha sido la ciudad elegida para el desarrollo del evento de forma presencial. En él han confluido empresas, instituciones, asociaciones, estudiantes, innovadores, investigadores, emprendedores y también técnicos y profesionales de diferentes disciplinas.

Rosa Nogueras Ferri, doctoranda en la Universidad de Sevilla, ha ganado junto a su equipo el reto de Agua que proponía para el Climathon Sevilla 2021 la Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla S.A (EMASESA) en torno a la problemática de abastecimiento de agua para el futuro. Los equipos tenían que buscar medidas para acabar con el gasto de agua poniendo el foco en la agricultura (que gasta el 80%) y no en el consumidor (se ha reducido a un 5%).

Rosa, participante además de Global Challenge, un programa de activismo para estudiantes que trata de mejorar la sostenibilidad del planeta y de la vida, ha presentado la aplicación GiraEco con el propósito de crear una red sólida que sea transversal a los agentes que intervienen en el consumo de la ciudad de Sevilla y los municipios colindantes. Para ello, la aplicación identifica los establecimientos que se abastecen con productos locales con baja huella hídrica y, a cambio, la ciudadanía consigue descuentos en servicios públicos variados (transporte, cultura, etc.). Esos establecimientos que conforman la red tendrían un sello distintivo (Blue Foodprint), que los haría más accesibles a los usuarios y a los/as agricultores/as cercanos/as a Sevilla (proveedor/a).

Además de esto, este sello no sólo acreditaría como distintivo y comunicaría visualmente la ética de un establecimiento, sino que también funcionaría como conexión entre locales y proveedores/as. También interviene en el acuerdo de las relaciones comerciales para establecer redes de economía circular eliminando intermediarios, de tal forma que se impulse el consumo de materia prima local, sostenible y saludable. Además, identificaría a los/as proveedores/as que cultiven con baja huella hídrica gracias a un certificado expedido por una empresa externa. Este certificado contribuiría a que estos/as proveedores/as tengan un bajo impacto en los recursos naturales, trabajando por la sostenibilidad y favoreciendo la reducción del agua que consume el sector agrícola.

Rosa se muestra afortunada por esta experiencia que le ha permitido “establecer vínculos con personas y tener un proceso de empoderamiento ante los retos que hay en el mundo”. De esta manera, señala que “ha sido bonito construir” desde un enfoque interdisciplinar y confiar en una idea que podía ser “la semilla de un proyecto real”. A ello suma el orgullo de haber creado junto a sus compañeras “un proyecto que promueve la conciencia, la creación de nuevas redes de colaboración para fomentar la economía circular y que pone el foco en la comunicación directa y de calidad con la ciudadanía”.